sábado, 23 de mayo de 2015


METODOLOGÍA DIDÁCTICA CONDUCTISTA

ARTÍCULO DE OPINIÓN_MARIA GANDIA


La teoría conductista surge a mitad del siglo XX y trata de explicar el aprendizaje a partir de la conducta del ser humano o de un animal. 
Existen dos variantes del conductismo, la primera viene de la mano de Ivan Petrovich Pavlov con el condicionamiento clásico, que trabaja el estímulo-respuesta, planteando estímulos adecuados para dar como resultado la obtención de una respuesta deseada. Por otro lado esta Burrhus Frederic Skinner con el condicionamiento operante, en este caso, aparte de buscar el estímulo-respuesta, busca reformadores necesarios para lograr implantar esta relación con el individuo. Skinner con sus propias palabras mencionó lo siguiente: “toda consecuencia de la conducta que sea recompensante o, para decirlo más técnicamente, reforzante, aumenta la probabilidad de nuevas respuestas”.
A raíz de la aplicación de ésta técnica en la educación, se ha generado un gran debate acerca del uso de premios y de castigos, ya que bien es cierto, que funciona en las aulas y hoy en día está presente en nuestro sistema educativo. Trabajamos con castigos y premios, notas, reconocimientos públicos… pero, ¿hasta qué punto se le trata al alumno como una máquina y no como una persona?
El modelo conductista se caracteriza por basarse fundamentalmente en los objetivos, dejando a un lado la metodología a seguir, la evaluación, los recursos e incluso al formador, que serían los instrumentos o los medios convertidos en estímulos y ayudados por refuerzos positivos o negativos para llegar al fin, los objetivos propuestos.
De este modo se me viene a la cabeza una serie de preguntas, ¿realmente el alumno entiende y le importa lo que aprende?, o ¿simplemente memoriza unos conocimientos para luego expulsarlos? Si esta metodología está basada en ensayos con animales que no les importaba el aprendizaje, simplemente obtener la recompensa, ¿en qué modo es bueno aplicarlo en la enseñanza?
El conductismo en el área de la enseñanza ha sido orientado hacia la memorización y comprensión dejando a un lado la elaboración de información. También se observa una falta de espontaneidad y de aportación personal de los alumnos, guiados de forma mecánica y reactiva.
El estudiante es evaluado a través de sus conductas y presenta un papel activo en el aula, a través de su participación en las respuestas planteadas por el profesor recibiendo un feedback inmediato sobre cada respuesta. Pero se echa en falta, una vez se le haya comunicado al alumno si su respuesta era correcta o no, explicarle el porqué de su acierto o error o establecer una participación del educador para un planteamiento de dudas y que no se convierta en un simple conocimiento porque sí.
Como ya hemos comentado antes los objetivos son el eje fundamental y los contenidos la ayuda para conseguirlos, así como la metodología a desarrollar, estableciendo un aprendizaje programado. Desde principio de curso existen unos objetivos previos, que se enuncian con claridad para que todos los alumnos sepan el objetivo a alcanzar y puedan planificarse al igual que el docente, también establece unos criterios evaluativos concretos.
 De este modo existe la posibilidad de que el alumno sólo quiera aprender y almacenar información para aprobar y no para aprender. La claridad y la concreción de los objetivos suponen algunas ventajas ya que pueden ser programados de acuerdo a las necesidades del alumno, pero resulta excesiva la rigidez a la que está sujeta la secuencia de contenidos, imposibilitando al docente a modificar la planificación al observar motivaciones o dudas de los alumnos hacia otros temas que no estuvieran previamente desarrollados.
En cuanto al papel del profesor, debe ser un especialista en estrategias didácticas de motivación y refuerzo pedagógico. Se le valorará por su capacidad, competencia y destreza durante el proceso de comunicación de las materias y conocimientos a los alumnos. Deberá analizar las conductas  y necesidades para establecer y diseñar los objetivos, actividades y metodologías, así como organizar el aula y los materiales necesarios. El papel del docente se resume a un evaluador, un control de calidad y administrador de los refuerzos. Por lo que  podría ser prescindible y ser objetivado en materiales de instrucción. 
Esta corriente encuentra su espacio en el ámbito de la enseñanza asistida por ordenador, en la propuesta digitalizada de la enseñanza programada. Los orígenes de la enseñanza asistida por ordenador son conductistas, surgieron  con el fin de estudiar aprendizajes complejos a la vez que se mantenían controles sobre el material para presentar a los alumnos. Se basaron en los supuestos de la enseñanza programada de Skinner: “presentación secuencial de preguntas y la sanción correspondiente de las respuestas de los alumnos”. 
El conductismo puede ser la teoría que se ha mantenido durante más años y la de mayor tradición. Hoy en día lo podemos observar en muchísimos sistemas escolares así como en nuestra cultura. Aunque es habitualmente debatida y criticada no podemos olvidar que ha servido de base para la consolidación de actuales sistemas educativos, y ha ayudado aún más a la psicología con la solución de verdaderos problemas relacionados con la conducta humana.
También hemos podido observar cómo afecta al aprendizaje las distintas conductas en el medio. Es cierto que cada uno actuamos de una forma o de otra dependiendo de nuestro ambiente pasado y presente y por ello es bueno tenerlo en cuenta e incluso modificar los comportamientos erróneos y mantener un ambiente adecuado para el refuerzo de las conductas deseadas. 
Lo esencial y más importante es saber cómo aplicar esos refuerzos o castigos, así como no simplificar la conducta humana e ir más allá de ellos valorando también su esfuerzo, propósito y voluntad. Consiste en no ver a los alumnos como simples cajas vacías para llenar, ni con la necesidad de adquirir conductas donde las que no sean deseadas puedan ser eliminadas o reemplazadas fácilmente.


















Bibliografía
- B.F. Skinner, (1948), Walden II.
- Martí, (1992), Usos de la tecnología en el aula II.
- http://lavisiondidacticacmm.blogspot

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